Debido a la publicidad y a
la globalización que expone en el escaparate mundial las intervenciones urbanas de todas las ciudades actuales, los procesos de recuperación de las áreas industriales urbanas se extienden por el territorio.
Con propuestas fundamentadas
en el rescate del patrimonio industrial aparecen viviendas sociales
contemporáneas en edificios residenciales originados para dar cabida a la
sociedad productiva de la revolución industrial. Estos procesos de recuperación
ofrecen nuevas condiciones de vida muy superiores a las anteriores por medio de
pequeñas modificaciones en los cerramientos, en las distribuciones interiores y
en la relación con el entorno. En Europa, las actuaciones de Lacaton &
Vassal, como la realizada en la Tour Bois le Prêtre (París, 2011), responde a
una arquitectura utilizada para preservar el tejido industrial obsoleto y
devolverlo a la ciudadanía, con el fin de que ésta sea capaz de identificarse y
apropiarse de él.
Pero no sólo debemos
recuperar el uso olvidado, sino que debemos configurar la trama industrial de
modo que, mediante la posibilidad de cambio de uso, se enriquezca el tejido
urbano. De este modo, silos, antiguas fábricas, estaciones de ferrocarril
abandonadas por el desuso, gaseoductos,… se transforman para albergar nuevos
usos en función de la demanda urbana y social del emplazamiento urbano que
tengan. Esta es la idea que utilizan como punto de partida los arquitectos
holandeses MVRDV en la recuperación de dos antiguos silos como nueva zona residencial
en el proyecto de viviendas Gemini Residence en Copenhage, donde los antiguos
edificios son transformados en dos torres vacías a las que se les pegan
perimetralmente las residencias; ambos edificios presentan coberturas de
cristal que facilitan las vistas del paisaje portuario en el que se erigen.
Del mismo modo, cabe
destacar la intervención realizada por Jean Nouvel, Coop Himmelb(l)au, Manfred
Wehdorn y Wilhelm Holzbauer. En ella transforman cuatro antiguos gasómetros de
la ciudad de Viena en un nuevo espacio de ocio y residencia bajo la mirada de
la ciudad nueva que crece a su alrededor. Holzbauer y Wehdorn dotan de un nuevo uso residencial a
los edificios; el primero elimina la plaza interior, ya que sitúa en este lugar
las intalaciones necesarios, mientras que el segundo ubica las viviendas
anexadas al perímetro de manera escalonada dejando un jardín en su interior.
Coop Himmelb(l)au opta por conservar el gasómetro preexistente adhiriéndole una
nueva pieza en líneas deconstructivistas, que actúa a modo de escudo cubriendo
una parte de la fachada. Por último, Nouvel plantea un centro comercial que
conecta todos los gasómetros por su interior dejando ver las estructuras
originales a través del uso de vidrio, espejos y transparencias.
Gasómetros. Viena
En Andalucía, la
recuperación de edificios y entornos urbanos de zonas urbanas pertenecientes
con anterioridad al tejido productivo de la ciudad consta ya de varias décadas.
Debido al abandono, estos edificios, que no poseen más de cuarenta años de
antigüedad, presentan un deterioro mucho mayor al que les correspondería, por
lo que podemos afirmar que los procesos de obsolescencia se agravan debido a la
intensidad con que se ha producido este envejecimiento y, tienen como resultado,
el consecuente deterioro social que, por otro lado, es mucho más difícil de
solventar.
La supervivencia de estos
lugares depende en gran medida de la resiliencia. Este concepto define la
capacidad de los sistemas -tanto urbanos como territoriales, sociales,
físicos,… para soportar perturbaciones y conservar características
fundamentales tras esta perturbación. Un sistema con alto nivel de resiliencia
destaca por su diversidad, por sus conexiones y por su respuesta al cambio. Sin
embargo, la ciudad actual es un espacio de lo individual, pero simultáneamente
dependiente y carente de identidad social, que se aleja de complejizar redes
entres sus ciudadanos.
Nos enfrentamos de este
modo, a espacios idóneos donde actuar con intervenciones que combatan esta
obsolescencia y generen dinámicas urbanas modernas y que verdaderamente
respondan a las necesidades que demanda la sociedad. Son espacios de
oportunidad para ensayar nuevos modos de vida urbanos, donde la reutilización,
la sensibilización y la rehabilitación social se convierte en su seña de
identidad, haciéndolos más fuertes y resilientes.