lunes, 22 de abril de 2013

Despidiendo la feria, destino Chile

He tenido un poco olvidado el blog, pero es que hemos estado liados con la feria y los preparativos de un viaje.

Chile se nos presenta como una oportunidad para conocer una nueva cultura, un país diferente y múltiples oportunidades para la investigación. Eso sí, E y yo no olvidaremos el calor sevillano, el levante de Cádiz, el pescaíto frito, el botellín de cruzcampo, el jamón y, menos aún, la gente buena que dejamos aquí. Por eso, y por la pena que da dejar la tierra que te vio nacer y crecer, no quiero extenderme más y dejaros con un buen sabor con las siguientes palabras.

La brisa del mar, la arena y la sal de aquellas playas.
Conmigo estarán, me acompañarán por donde vaya.
La serena luz del cielo andaluz dorada y malva,
el beso del sol rallando el alba,
la luna mirándose en el mar.
Conmigo estarán las dunas ardientes de Doñana, 
el dulce frescor de sus mañanas,
la tarde muriendo en el pinar
y el resplandor azul de su mirada.

Un río inmortal que muere en la paz de Bajoguía,
un fino cristal de fresca y dorada manzanilla,
un viejo cantar que suena entre vasos de aguardiente
en la dulce calma de poniente
cuando se regresa de la mar.
Silencio del sur, ardiente en las tardes de levante
sagrado litúrgico y doliente,
no existe una tierra como tú.
Me alumbrará tu luz hasta la muerte.

El silencio del sur. José Manuel Soto