El hecho de provenir de una familia de artistas hay
determinados casos, como es el mío, en los que no lo puedes negar. Arquitectos,
cantantes, pintores,... todos ellos bajo una mirada común, el ensalzamiento de
la cultura por excelencia.
En este post de hoy os quiero mostrar la obra de uno de
ellos, Pepe Jiménez. Hasta hace unos años era total desconocedora de esta
faceta y, la verdad, cuando descubres una belleza hecha lienzo, te percatas de
cuánto tiempo has desperdiciado buscando en museos aquello que tenías en casa.
En el siglo XX, las reflexiones planteadas en torno a las
aptitudes plásticas y estéticas de ciertos artistas en la historia del arte
redefinen unos nuevos límites en los que es posible plantearse estas preguntas:
¿qué es el arte?, ¿para qué sirve? ¿quién determina que el arte realemente lo
es?, ¿quién es artista?,...
Los debates filosóficos establecidos en este sentido han
sido fructíferos con el paso de los años, hasta poder constituir la afirmación
"será arte todo aquello lo que yo considere así", pero el verdadero
artista no necesita mostrar al mundo su resultado en instituciones
academicistas que encierran y encorsetan su obra porque el verdadero encanto
está dentro de él mismo.
Mujer desnuda y con sombrilla.
Óleo sobre lienzo. 2005.
Pepe Jiménez
Atardecer en La Habana.
Óleo sobre lienzo. 2005.
Pepe Jiménez
Un artista es el que tiene
el genio para inventar y crear, pero que además tiene la habilidad para
llevarlo a cabo en la realidad. En estas obras que hoy os muestro, se percibe
el compromiso con la trasmisión de un mensaje concreto, buscando ir más allá
del momento de disfrute estético del espectador.
Alegoría a las autonomías.
Témpera sobre cartulina. 1979.
Pepe Jiménez
Pepe Jiménez sabe interpretar la realidad a través de una
materia inicial que se amolda, desnuda, desvela y muestra ante nuestros ojos
como el verdadero significado del gozo estético con el fin de comunicar una
verdad esencial e indiscutible. La realización de este tipo de pinturas
sólo es posible a través de un viaje de reencuentro y sinergia con las
plásticas y la vivencia adquirida con el paso de los años que hacen posible la
esencia de lo sensible, alejándonos de la superficialidad con la que miramos
las cosas.
En este sentido, me gustaría destacar las palabras que
expresó en su día Palazuelo para un reportaje de Televisión Española: "El
ojo mira y no ve necesariamente. Muchas veces se ve a mucha gente que mira lo
que hay alrededor y no se entera de lo que está mirando. No ve lo que está
mirando. Entonces hay una diferencia entre el mirar y el ver que ya es
indicadora de algo que va más allá de la pura visión sensual del sentido de la
vista. Esa es la imaginación. La imaginación visionaria no es una denominación
gratuita. Es que la imaginación ve".
Barra de La Coquina.
Témpera y collage sobre cartulina.
Pepe Jiménez
En la actualidad, a los aficionados al arte, nos cuesta
con mayor frecuencia reconocer obras que aporten un refugio a la reflexión
frente a lo superfluo de la contemporaneidad en la que vivimos. Este artista y
familia, da un ejemplo de ello.
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